M8. Crónica Marbella Sol Cup
6:40 hora en la que la expedición a Marbella estaba citada en Cartuja para ser dirigida por nuestra delegada, Ana. Tan solo 11 horas desde el entreno del Viernes de Dolores. El ESFUERZO que estaría presente durante toda la jornada solo había hecho su primer acto de presencia.
Tras más de cuatro horas de trayecto nuestros científicos deberían afrontar los primeros encuentros sin margen para arrancar con el motivacional calentamiento al cual Antonio Burgos tiene acostumbrados a sus pupilos. Nos esperaba un campo de los de antes. Un cartel en la entrada lo dejaba claro “Los caballeros y las damas también se ensucian”. Olía a césped y barro, olía a puro Rugby.
Las masas de bruma, que pintaban el paisaje durante el amanecer de este sábado, nos adelantaban la presencia de un sol brillante al que también habría que poner a prueba.
Los tres equipos que presentaba el Ciencias Enerside deberían afrontar entre cuatro y seis partidos, con un total de catorce jugadores. El ESFUERZO uno de los valores de este equipo, se convertiría además en una obligación.
En el campo, al margen de los resultados en los encuentros, fue más que apreciable la evolución como equipo de este grupo dirigido por Antonio Burgos y Antonio Laguna.
Fueron muchos los detalles que del campo de entreno se vieron en el de juego. Constantes los apoyos al portador, protegiendo el balón en el suelo o facilitando las liberaciones rápidas, fruto de múltiples ensayos. Carreras buscando inteligentemente los espacios y rectificaciones al llegar a las bandas. Grandes placajes laterales entrenados en las últimas semanas.
Día de primicias: primera jugada a la mano, donde el balón llega al último jugador. Jugada que termina con un elegante ensayo ya denominado “del salto de la rana”. Y primer ensayo de nuestro recién incorporado Gonzalo Mora.
El partido “más brillante“ de la jornada, reconocido así por el árbitro de la organización. Fue el que enfrentó a dos de nuestros equipos. Como diría nuestro entrenador “¡Un espectáculo!”.
El trofeo del torneo en esta ocasión se lo llevaba a casa Antonio Ordóñez, que nos maravilló a todos con sus espectaculares placajes y su alto nivel de compromiso, jugando partidos con dos de los equipos presentados, ¡Incombustible!
El cierre de la jornada no podía ser de otra manera. Bajo la carpa de Veteranos del Ciencias, la gran familia que este equipo de M8 ha unido hacía honores al Rugby con un más que merecido tercer tiempo y donde nuestros jugadores volvían a ponerse en sus pieles de niños.
Agradecimientos al Marbella Rugby Club que como grandes anfitriones nos dieron todas las facilidades poniendo su casa club y equipo de voluntarios a disposición de todos los presentes, haciéndonos sentir como en nuestra casa.


