El M23 cayó el sábado en Cartuja ante Liceo Francés (14–36) en un encuentro donde el nivel de juego mostrado por los nuestros fue notable, pero ciertos detalles marcaron la diferencia. El equipo supo generar fases dinámicas con ritmo y continuidad, aunque la falta de acierto en momentos clave impidió transformar ese dominio en más puntos.
La baja conquista en touch restó opciones ofensivas y permitió que el rival recuperara balones que podían haber cambiado el guión del partido. Aun así, los jugadores mantuvieron ambición y buscaron constantemente la profundidad, mostrando carácter y capacidad para construir un rugby propositivo.
Liceo Francés demostró por qué está situado en la zona alta de la clasificación: un equipo sólido, eficaz en las transiciones y con buena disciplina tanto en ataque como en defensa. Supieron aprovechar cada oportunidad y castigaron los errores propios en momentos determinantes.
A pesar del resultado, el trabajo del grupo dejó señales positivas y una línea de juego que refuerza la confianza para encarar el último partido de la primera fase.


