M18. ¡Por favor qué no se os escapen!
El cronista cuyo único título del que puede presumir es del de ser un ciudadano más de este mundo, no puede, ni quiere, ni debe dejar pasar la oportunidad que le brinda la ventana al infinito de la web del club para pronunciarse frente a los lamentables y desgraciados acontecimientos que a todos nos participan. Yo padre de familia estoy consternado y triste, no sorprendido por la falta de humanidad y ansia de poder de algunos. Desconsolado me doy cuenta del vacío de vida malgastada en el ímpetu por arrancar un cm2 de lo que sea, cueste lo que cueste, sin realmente disfrutar de toda la riqueza material, que no espiritual, de la que ya disponen. ¿Aún no tenéis suficiente? Por favor, parad. Me ahogo en la pena por los que no se dan cuenta de que rey y peón tras la partida vuelven a la misma caja.
Pero, pongámonos la coraza sólo por un instante, seamos positivos y recemos, o que cada uno aporte su sabiduría para que esta lacra de egoísmo e idolatría narcisista acabe lo antes posible con el menor daño humano. Os lo rogamos, por favor parad.
Tarde primaveral en Cartuja, donde el pasado sábado se jugaba la jornada 6ª de la segunda fase del grupo A. Jornada, que daba paso a la segunda vuelta del campeonato liguero.
Llegué a escasos diez minutos antes de que comenzara el encuentro, con la mente perdida en la radio y el temor por el futuro incierto de mis hijos tras conocer el descerebrado ataque a una central nuclear. Tras un fugaz oteo a donde me interesaba, enseguida percibí algo diferente en las caras de los nuestros. Y ahí estaba, por fin aparecía. Los entrenadores lo estaban consiguiendo. “¡No se nos escapan!, escuche a lo lejos gritar a uno”. En ese instante pensé, ¡qué bonito es ser joven!.
Nuestra primera vuelta de este campeonato liguero, se balancea con un total de 4 victorias, y una derrota; precisamente frente a la escuadra que nos ocupa. Nuestro equipo, con todos sus componentes son por justicia acreedores de un notable alto con pretensiones.
Siento amigo lector, no poder ofreceros un análisis exhaustivo de cómo llegaba el equipo contrincante a mitad de campeonato. Y no porque no quiera, es que no puedo, pues no hay datos suficientes en farugby para generar el fin propuesto. Tras los cinco partidos programados para el RUX, estos presentan un balance de dos victorias y una derrota frente al potentísimo C.R. Málaga. Los dos encuentros restantes contra Uni Granada y contra C.D. Mairena, no aparecen cumplimentados. Entiendo que será cosa del maldito bicho.
Pues bien, a eso de las 14h se plantaba nuestro 15 frente a los jerezanos con un ansia de rugby desmedido y el consecuente reclamo del triple grito. Todo estaba dispuesto y el oval se pateó al cielo. Nuestros chicos fueron ellos mismos jugando a un rugby muy serio, académico y presentando al oponente un orden primoroso, muy difícil de llevar a la práctica a estas edades con tanta testosterona de por medio. Yo diría que incluso apelando por momentos con el permiso de los seniors al juego de sus mayores y exhibiendo al emocionado espectador una particular interpretación y simbiosis de su rugby dieciochesco. Si bien es cierto que en los primeros instantes el ritmo fue muy pausado, con los minutos este iba in crescendo y esta intensidad se vio premiada con dos ensayos transformados, y un PC.
Los Vaqueros del Sur, como así se hacen llamar, cabalgaron solitariamente una vez por la zona de marca y acertaron con el lazo cargando en sus alforjas 7 puntos.
Bajo mi punto de vista, los científicos en estos 35 minutos merecieron bastante más. Se quedó corta la pizarra, que debió de haberse pintado con la tiza antes del asueto con un marcador más ventajoso, de haberse gestionado con mejor chance las múltiples carreras por las alas y las continuas percusiones a menos de 5 metros de los cinco puntos. Una pena después de tanto esfuerzo, pero el rival también juega.
Los primeros compases de la segunda mitad se desarrollaron con idéntico juego divertido y alegre por parte de los científicos. Las jugadas de ataque eran continuas, y la superioridad, y el poder frente al adversario era total. Todo estaba super ordenado y la defensa en dinámico con sus transiciones perfectamente correspondidas con su adversario. Las jugadas de touch excelentes, y la presión sin balón encomiable. Esta vez, los rucks si se mantuvieron estables, y así, a los diez minutos llegó el tercer ensayo bajo palos.
¿Y qué pasó en los últimos 20 minutos?. Pues que el dominio fue de los Vaqueros del Sur. Apretaron y de qué manera. La línea les funcionó y sus transiciones de balón fueron más rápidas que nuestras transiciones en defensa. En la grada se atisbaba el ensayo. La conquista era evidente y cada vez se aproximaban más y más a la línea de marca. Este arreón fue definitivo, cuando una tarjeta amarilla justa dejó a nuestra escuadra con 14 y el esfuerzo del RUX, se tradujo en los ansiados 7 puntos. Premio justo antes de pitar el final.
Es un hecho probado la evolución más que positiva de este sub 18 que llegó por el mes de septiembre del 21 descompuesto y perdido. El equipo quedó un tanto desmembrado. Los chicos en su mayoría escolares desde sus 8 ó 9 años del club nunca habían tenido como entrenadores a la dupla Ortega González. Las miradas de reojo, eran inevitables.
Pero, esa desconfianza duró poco, quizás uno o dos entrenamientos. Al cabo de dos semanas, los chicos estaban entregados, y super enganchados. ¿Cómo ocurrió? Pues simplemente, abriendo el frasco de las esencias de dos hombres de club parte del Ciencias. Con la verdad por bandera y zamarreando si era necesario. Además, este método estaba avalado por su comportamiento y dedicación irreprochable, ahora y antes.
Apreciados Ortega-González, no sé si os dais cuenta al momento que estáis asistiendo con vuestros jugadores. Con independencia del desenlace que tenga la categoría, os aviso de que el final está muy cerca. Tenéis al menos 4 oportunidades de acrecentar, ya no solo la técnica del rugby en los chavales, sino algo más importante, pilotar hasta lo más profundo su madurez deportiva. ¡Vaya responsabilidad!. Dentro de pocos meses, vais a entregar al Ciencias, el mejor y más valioso recurso del que un club puede disponer, y presumir. Y a su vez, el bien más preciado que tiene un padre; sus hijos. Hacedlo de la manera más honesta que sepáis, engrandecerlos, o apabullados, abrazadlos, o avergonzadlos. Colaborad con nosotros para evitar al hombrecito y hacerlos firmes y verdaderos hombres. Y a final de temporada, entregadlos a vuestro club como jugadores sanos, con su impronta, y su inherente espíritu científico.
Estoy convencido de que a esta fecha, no hay nadie, absolutamente nadie en el club, mejor preparado, y capacitado para este importantísimo menester. ¡Por favor, qué no se os escapen!
¡¡¡CIENCIAS, CIENCIAS, CIENCIAS!!!
Paco Alfonso


