Amaneció fresca la mañana del sábado 15 de enero, pero con un sol radiante. Día perfecto para jugar al rugby y disputar el primer torneo del año, en las instalaciones de El Pilar, en la ciudad de Sevilla. Debido a la dichosa pandemia y a diversos problemas de última hora, se nos cayeron de la convocatoria seis jugadores, lo que nos trastocó la idea de presentar tres equipos y nos vimos obligados a reestructurar y hacerlo con dos.

Nuestros equipos azul y blanco se enfrentaron a CAR, Mairena, San Jerónimo, Tabladilla y San Roque, todos ellos, unos rivales muy complicados, que hicieron disfrutar a los presentes de unos partidos muy competidos y entretenidos.
La mejor crónica que puedo hacer de los encuentros se resume en siete letras, EMOCIÓN, que es lo que nos transmitieron al cuerpo técnico y a los padres asistentes, estos niños de seis y siete años. Vimos como se ponía en práctica todo aquello que llevamos entrenando con ellos desde hace meses: ruck, placaje, posicionamiento defensivo, pase de balón, búsqueda del hueco en ataque… Tanto a Enrique Casellas, como Antonio Laguna, Ana Garcés y al que firma, se nos saltaron las lágrimas por momentos al ver como florece el rugby en estos jugadores.

Comprobamos como los pilares de este equipo se sustentan en el COMPAÑERISMO, la GENEROSIDAD, la ACTITUD, la HUMILDAD y el ESFUERZO, valores todos ellos tan denostados por la sociedad en la actualidad. Nuestros partidos se los dedicamos a Plaqui, enorme oso panda que hemos adoptado como mascota de sub 8, que causó sensación entre los presentes y que tras decisión mayoritaria de sus compañeros y entrenadores, por ser un ejemplo a seguir, tuvo el honor de llevárselo como premio a casa durante una semana nuestro capitán del equipo azul, Diego Laguna.

Antonio Burgos
Fotografía: Carmen Villalba